Tuesday, March 16, 2010

Ambigüedad y Verdad de Milton Glaser

Voy a empezar por el final, que fue lo que mas me interesó de este artículo. Es una paráfrasis, no una cita textual: "Para los gobiernos ¿los ciudadanos hemos pasado a ser el «otro»?"
En esta frase se resume una de las preocupaciones fundamentales que me han aquejado desde que me descubrí como alguien que existe. Esta preocupación es claramente explicada y comentada por Octavio Paz en su libro capital El Laberinto de la Soledad y en su continuación Postdata Es verdad que los seres humanos nos preocupamos únicamente por nosotros y los nuestros y que todo aquello que nos es ajeno, todo aquello que está fuera de nosotros, no nos puede preocupar mas.

El otro es un extraño, no nos interesa, buscamos identificarnos en un grupo (mi familia, mi clase social, mis condiscípulos, mis amigos, mis conciudadanos) y hacemos menos y despreciamos a todo lo que no encaje en nuestros grupos.

Siendo las cosas de esta manera en todos los hombres (o en la mayoría) no es extraño que los entes que nos gobiernan sean tan desconsiderados con sus gobernados, pues de hecho para ellos nosotros somos los otros, no les podríamos importar menos y esa actitud a mi me parece la mas natural de todas, y no miento al decir que si yo fuera de la cúpula gobernante muy probablemente me portaría de la misma manera (quizá a nivel inconciente).

Joan Fontcuberta en su libro "El beso de Judas" hace un interesante análisis de todas las imágenes y específicamente de las imágenes fotográficas en las que llega casi a las mismas conclusiones que Milton Glaser. Ya no es posible dicernir que hay de verdad en un objeto dado y que hay de mentira en el mismo. Esto no es necesariamente malo. Debido al exceso de imágenes e información de todo tipo ya tenemos varios puntos de vista de un solo suceso. Es posible que no exista una verdad única sino que todo dependa del cristal con que se mire (un relativismo clásico a la manera de Protágoras).

El exceso de información igualmente nos obliga a estar alertas siempre, a desarrollar una conciencia crítica que nos permita escoger los datos que nos aparezcan mas verificables (y verificados) y separarlos de lo que parezcan meras falacias.

El ejemplo de La Ultima Cena no me parece realmente el mas adecuado, pero sin embargo nos permitió adentrarnos en el texto con mayor interés.

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